Como comenté en el anterior artículo, debemos pensar que llevar una alimentación saludable y equilibrada debe ser un hábito a mantener y cuidar siempre. No debemos verlo como una obligación o una actividad que nos suponga un esfuerzo o nos quite tiempo en nuestro día a día.
Es importante ser consciente de lo que comemos y dedicar tiempo en pensar en qué vamos a comer para asegurar que sean opciones saludables y variadas. Por lo que os quiero dar unos tips que os ayuden a tener una mejor y buena planificación de las comidas semanales de una manera más sencilla.
- Visualizad vuestra semana: ¿qué día podéis hacer la compra y cocinar?, ¿qué tiempo disponéis para ello?, ¿dónde vais a comer? (casa, táper, restaurante, …), ¿con quién vais a comer o cuántos vais a comer?, ¿tenéis alguna comida o cena planificada entre semana o el fin de semana? Responder a todas estas preguntas os ayudará a tener una idea de cómo va a ser vuestra semana y en función de ello a organizaros, ya que determinará mucho lo que vais a comer. Una vez tengáis claro qué días necesitáis tener comida hecha y preparada es cuestión de que penséis en qué vais a consumir.
- Cread vuestra plantilla de menú semanal por grupos de alimentos (frutas y verduras, proteína animal o vegetal, hidratos de carbono, grasas, …). Para ello os aconsejo que tengáis en cuenta el método del plato a la hora de gestionar vuestras comidas principales para asegurar que sean equilibradas y completas. También que tengáis en cuenta los alimentos que están de temporada, ya que además de que os resultará más económico, será una manera fácil de variar vuestra alimentación.
- Cread vuestro menú semanal concretando los alimentos. ¿Qué os apetece comer?, ¿cómo os apetece consumir los alimentos y combinarlos?, ¿tenéis alguna receta pendiente de probar? Responder a estas preguntas os ayudará a concretar los platos y a disfrutar mucho más de lo que vais a comer. Si podéis cada día cocinar una cosa diferente, ¡genial!, aprovechadlo, ya que evitará entrar en una continua monotonía y la variedad será la máxima posible. Pero de no ser posible, no pasa nada. Podéis cocinar en lote o más de una ración y repetir algún día o incluso congelarlo. Si sois conscientes de lo que coméis una semana podréis ir variando las siguientes.
- Haced la lista de la compra y a comprar. Una vez sabéis lo que vais a comer, sabréis lo que necesitáis comprar y os resultará mucho más fácil ceñiros a ello. De no ser así, es muy probable que acabéis comprando cualquier cosa o incluso comprando de más, que podrá llegar a perjudicar la calidad de vuestra alimentación.
- Comer de manera consciente. Con el plato ya preparado es el momento de disfrutarlo. Si masticáis bien, coméis despacio y de manera consciente os saciaréis más, os resultará más fácil hacer una ingesta moderada, evitaréis problemas digestivos posteriores y disfrutaréis mucho más de los alimentos que estáis consumiendo. No dedicar tiempo a comer aumenta el riesgo de tener un mayor descontrol por la comida e incluso a comer más cantidad durante el resto de día.
Una mala gestión o planificación de la compra junto con la presencia en casa de alimentos no saludables aumenta la probabilidad de acabar comiendo o picando cualquier cosa, que perjudique la calidad de la alimentación familiar.
Lo mismo pasaría con cualquier suplemento alimenticio que se tome (vitamina B12, vitamina D, vitamina C, Ácido fólico, omega 3, calcio, vitaminas del grupo B, hierro, salvado, colágeno, …). Si no se tiene un control sobre su consumo o dosis, junto con el resto de alimentación, no os llegarán a aportar los beneficios que deberían al no estar integrados en un contexto de alimentación equilibrada y saludable.