El bienestar emocional se consigue siendo consciente de tus emociones, entenderlas, aceptarlas y ser capaz de identificar los sentimientos que te provocan, sean positivos o negativos.
Todos tenemos emociones negativas en algunos momentos, no se trata de eludirlas, sino de reconocerlas y evitar que invadan nuestra mente y nuestras acciones.
Muchos deportes nos ayudan a sentirnos bien físicamente y en consecuencia tienen un impacto en nuestro bienestar emocional, a través de la liberación de ciertos neurotransmisores en nuestro cerebro como las endorfinas, dopamina, serotonina, entre otros; sobre todo si los practicamos al aire libre y con otras personas.
Pero hoy quiero destacar una disciplina milenaria que no es considerada un deporte y que practican casi quinientos millones de personas en todo el mundo, el yoga.
Se ha demostrado científicamente que el yoga, practicado de manera regular, tiene un impacto no sólo a nivel físico, sino también a nivel mental y emocional.
Practico yoga desde hace unos siete años, había oído hablar de sus múltiples beneficios y empecé con el fin de complementar el deporte que ocupa la mayor parte de mi tiempo, el trailrunning.
Quizás el beneficio físico más conocido es la mejora de la flexibilidad.
El músculo flexible es más fuerte, eficiente y se lesiona menos.
En mi caso cómo podéis ver en alguna de mis publicaciones, además de trabajar la flexibilidad con el yoga consumo regularmente colágeno natural asimilable puro, de Colnatur. Existe un sabor neutro que lo combino con mis batidos de frutas favoritos, el Complex, que además lleva Vitamina C, Magnesio y Ácido hialurónico que es el adecuado para mi nivel de actividad. El colágeno aporta flexibilidad, elasticidad y sostén, es la proteína más abundante de nuestro cuerpo y uno de los principales componentes de las articulaciones, presente en los ligamentos, tendones y en la piel, huesos y músculos.
El yoga además también te ayuda a tonificar tus músculos, mejora la respiración, la coordinación, el equilibrio, la propiocepción, la postura, estimula la circulación de la sangre y la oxigenación de las células, etc…
Pero tal como os avanzaba, en este post quiero hacer hincapié en los beneficios mentales y emocionales, los que hacen que esta disciplina milenaria, sea considerada por la OMS una disciplina que deberían practicar todos los seres humanos del planeta ya que es beneficiosa para nuestra integridad a nivel holístico.
El beneficios, quizás el más importante a nivel emocional es,
La reducción del estrés. Debido al ritmo de vida actual vamos sintiendo estrés de manera constante, el estrés genera cortisol en sangre. El cortisol en cantidades elevadas en nuestro organismo puede producir efectos negativos. La práctica de yoga te induce a un estado de serenidad y paz y en consecuencia influye en la reducción de los niveles de cortisol
Mejora del sueño y del humor. Con la práctica de yoga conseguimos aumentar los niveles de serotonina en sangre. La serotonina está implicada en muchos procesos como la regulación del humor, el apetito o la producción de melatonina implicada en la regulación de los ciclos del
sueño.
Aporta serenidad y paz.
En el yoga sincronizas los movimientos de las posturas con tu respiración, tomando plena consciencia de ella. Cuando respiramos de manera consciente, estamos viviendo en el momento presente, es el ancla. Respirar a un ritmo lento te ayuda a calmar tu mente, a relajarte, a sentirte en paz, contigo mismx y con tu entorno.
Aumenta tu autoestima. El yoga te enseña a tomar consciencia de ti mismx, a sentirte, a observarte sin juzgar, a examinarte sin criticarte, a aceptarte tal como eres, con sus luces y sombras. Al dejar de autocriticarte y autoexigirte eliminas pensamientos negativos hacia ti y los cambias por pensamientos positivos que son los que te ayudan a crecer y tener una autoestima más elevada
En definitiva, el yoga consigue que nos relajemos tanto física como emocionalmente y de esta manera podremos gestionar mejor nuestras emociones y tomar consciencia de ellas.
Así que te invito a que lo pruebes en alguna ocasión, dejes a un lado tus creencias a veces limitantes de que es aburrido o que no es para tí por que no tienes flexibilidad.
Ven a la esterilla, practica, siente, muévete lentamente, respira por cada poro de tu piel, para, escúchate, dale espacio a tu mente, a tu ser, para estar en el aquí y ahora.
