Pero antes vamos a ver qué dice la OMS (Organización mundial de la salud) sobre el bienestar:
- “Estado completo de bienestar físico y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”
La verdad es que se me queda un poco incompleta ¿no creéis?
Como seres humanos integrados por un cuerpo, una mente y otro nivel más espiritual, en mi opinión la búsqueda del bienestar pasa por un cuidado integral de la salud y además como seres sociales que somos también es importante cuidar de nuestras relaciones personales y afectivas para sentirnos en plenitud. La interacción con otras personas también forma parte de nuestra evolución como seres humanos.
Voy a enumerar cinco grandes pilares que, en mi caso, contribuyen a equilibrar estos tres niveles mencionados:
El deporte
El deporte ha estado presente en mi vida desde la infancia, es parte de mi actividad, no es un esfuerzo, es un hábito necesario. La actividad física nos ayuda, por un lado, a mantener un cuerpo sano y, por otro lado, como psicóloga me gusta enumerar sus efectos a nivel emocional, mental y cognitivo. La liberación de neurotransmisores como la dopamina, serotonina y endorfina tienen unos efectos inmediatos en nuestro cerebro y también otros a largo plazo: sensación de felicidad y bienestar, reducción de la ansiedad y el estrés, mejora del estado de ánimo y la calidad del sueño, además de regular funciones como el aprendizaje, la memoria y prevención de enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
La alimentación consciente y saludable
Cuando menciono alimentación consciente me refiero a una alimentación para nutrir el cuerpo, para cuidarlo, mimarlo; escuchándolo, dándole los alimentos y nutrientes que necesita, los que le sientan bien a tu organismo. Consumir alimentos de proximidad, de temporada, con la coherencia de que aquello que estamos comiendo además tiene un impacto medioambiental más sostenible.
El yoga y la meditación
El yoga es la disciplina milenaria que me ayuda, por un lado, a prevenir lesiones, a mantener un cuerpo más flexible, con más consciencia corporal, más equilibrado, y a la vez me aporta autocontrol, calma. En definitiva, me ayuda a sentirme más feliz y más conectada conmigo y con otras personas desde otro nivel de consciencia.
La meditación es la herramienta que me ayuda a volver a mí, a parar, a ir hacia adentro y escucharme, sentirme, conocerme, ser consciente de mis emociones, a ser libre de pensamientos. Para mí es uno de los pilares que da consistencia a mi existencia y mi espiritualidad.
El contacto con la naturaleza y una relación sana con el entorno
Todos los seres humanos tenemos una conexión neurobiológica con la naturaleza. Estar en contacto con ella nos recarga energéticamente. Salir de la ciudad, respirar aire puro, andar descalzo en la playa, pasear o correr por la montaña, sentir su energía, equilibrar iones, para mí es imprescindible.
El descanso y la recuperación
Muy importante también para los que somos muy activos, aprender a “no hacer” a darle sus espacios al cuerpo para recuperarse de la actividad física, incluso de la actividad mental.
Si tienes un nivel de actividad física muy elevado, como es mi caso, incluso a partir de cierta edad, al cuerpo le cuesta más recuperarse. Ya hace bastantes años que consumo productos que me ayudan a cuidarme como son el magnesio, colágeno, cúrcuma, Vitamina C, etc… Para mí es básico elegir el complemento que sea más natural, puro, sin añadidos químicos y con la garantía de su procedencia, como es Colnatur.